Cuando no te sientas satisfecho con lo que haces y te das cuenta que odias que te digan qué hacer, hay dos posibilidades, que seas un niño pequeño o, en realidad, un emprendedor en potencia. Suponemos que se trata de la segunda opción, pues si te sentiste identificado seguramente también tienes sueños de éxito, siempre estás pensando en ideas innovadoras y estás harto de tener un trabajo en el que tu jefe tenga todo el poder y tú seas quien realmente hace el trabajo. No se nace siendo emprendedor, pero sí se llega a serlo con el tiempo, y como todo lo bueno esto no sucede de un día a otro.
Emprender no es para todos, pero cualquiera puede convertirse en uno si en realidad lo desea y hace las cosas entregando lo máximo. Se debe aclarar que aunque no es un juego de azar, emprender en cualquier negocio está muy cerca de ser algo que se logra por la suerte, pues existen miles de factores externos que afectan de forma negativa, pero sin duda, si eres de las personas que se involucra en lo que desea, que se queda sólo con las cosas que funcionan y planificas cada pequeño detalle para sacar el mayor provecho de las cosas, entonces estos pasos para convertirte en un verdadero emprendedor son lo que necesitas.
Haz una lista de tus ventajas… y desventajas
Antes de renunciar a tu empleo y lanzarte del avión sin paracaídas, necesitas tomar en cuenta cada pequeño detalle que ocurre en tu vida, interna y externamente. Tus finanzas personales deben encontrarse estables y de preferencia, tener mucho dinero disponible para invertir. Encuentra esos puntos que te fortalecen, tu capacidad de soportar el estrés, de delegar, dirigir, vender y más; pero también pon atención en todo lo que te puede afectar. Tal vez tengas una gran idea para un negocio, pero no conoces cómo funciona el mundo de los negocios, no sabes nada de administración o tu poder de convencimiento no es algo que impresionaría a muchos empresarios.
Cambia tu forma de pensar
Seguramente estás harto de tu trabajo y quieres ser tu propio jefe. Sueñas con esas vacaciones eternas mientras otros hacen que la empresa funcione y esperas tener mucho dinero para comprar lo que quieras, eso es lo peor que puedes hacer. Debes ajustar tu pensamiento a una larga temporada de sacrificios, desvelos, crisis de todo tipo, contratiempos y esfuerzo. Emprender te dará carácter y cuando te des cuenta que no eres el mismo de antes, te sentirás orgulloso, pues significa que vas por buen camino.
Estudia a tu público
Sin importar cuál sea tu negocio, no puedes creer que ya conoces todo sobre las personas a las que deseas acercarte. Realiza estudios de mercado, aprende sobre sus gustos, ingresos, pasatiempos, edades, preferencias y más. Hoy es importante aprender todo lo que sucede en la vida real como en la vida digital, pues gran parte de los negocios ocurren en Internet, por lo que necesitas comprender los movimientos de tu público.
Evalúa los riesgos
Desde el primer momento sabes que la vida es un riesgo, y que tendrás que sacrificar muchas cosas para lograr ser el mejor, pero esto también significa saber cuándo parar. Invertir absolutamente todo y fracasar puede llevarte a la amarga decepción y a nunca más intentar algo nuevo. Necesitas planificar antes de moverte, pues la defensa es el mejore ataque. Considera cómo, cuándo y dónde ejecutarás cada una de tus decisiones y nunca olvides lo que está en juego.
Diseña un plan para tu compañía
Todas esas aburridas clases en las que te hacen imaginar que tienes una empresa deben dar frutos. Por más que tus cerebro haya gestado la idea de crear una empresa desde cero, darle identidad, misión, visión y todas esas cosas que parecían irrelevantes en el momento deben convertirse en tu nueva obsesión. Es posible que miles de personas tengan la misma idea que tú, pero necesitas tener claro por qué tu empresa es la que realmente ofrece algo nuevo e innovador. Desde el organigrama, la base de datos y las cuentas, hasta las proyecciones a futuro, todo debe estar especificado y conocer cada uno de los puntos.
No pases por alto el marketing
Hay muchas personas que logran abrir un negocio y comienzan a operar esperando que la gente llegue sola. Aunque tu producto sea revolucionario, si no encuentras la forma de llegar a las personas, estas no moverán un pie por ti. Miles de negocios buenos fracasan cada año por nunca buscar agencias o personas con conocimientos de marketing y publicidad. Si en realidad quieres llevar lo que haces fuera de tus conocidos, necesitas encontrar a alguien que sepa dónde posicionar tu marca.
Siempre ten un discurso de elevador
Otra cosa que debes tener en cuenta es la idea concreta de tu negocio, qué es lo que tú haces y cómo beneficiará a clientes potenciales y a la gente en general; todo eso debes explicarlo en menos de dos minutos. Se dice que si un día encuentras en un elevador a una persona capaz de invertir en tu negocio, debes ser capaz de decirle todo acerca de éste mientras el elevador está en movimiento. Si en esos valiosos segundos lograste expresar todo a la perfección, ya tienes mucha más posibilidad en lugar de alguien que se sienta dos horas a intentar explicar qué quiere vender.
No te des por vencido
Caerás muchas veces. Tu motivación se perderá y creerás que tuviste la mejor idea de la historia, pero esa es una lección y nada más. Se dice que el primer negocio siempre fracasa. Incluso Mark Zuckerberg tuvo distintos sitios de Internet que fallaron por diferentes cosas antes de crear Facebook, y cuando lo hizo, fue demandado por su mejor amigo. Sin querer acercarnos a los libros de superación personal sólo podemos decirte que aunque te encuentres en el peor de los momentos, debes recordar por qué estás haciendo esto, la pasión que has entregado y recuperar el ánimo de hacer exactamente lo que amas en la vida.
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