Sin autoestima, nuestros temores nos encierran en la zona de confort, nos castigan y nos impiden luchar por lo que realmente queremos.
La definición de la autoestima es la manera en que nos juzgamos y evaluamos. Dicho de otra forma, la autoestima es cómo nos sentimos con nosotros mismos.
Recomendaciones para aprender a quererme:
- Encuentra el origen de tu baja autoestima
¿Qué sentido tiene intentar arreglar algo que no sabes por dónde se ha roto?
Los problemas de autoestima suelen desarrollarse durante la infancia y sus causas pueden ser muy distintas. ¡Pero si no las conoces nunca podrás trabajar sobre el origen de tus temores!
2. Inténtalo aunque sepas que vas a fracasar
Cuando nos sentimos amenazados nuestro instinto es buscar vías de escape porque creemos que así reduciremos nuestra ansiedad. Por eso cuando sientes miedo o desánimo en lugar de enfrentarte directamente a ellos intentas esquivarlos.
Y es lógico: en el momento en que decides evitar lo que te preocupa notas una sensación inmediata de alivio. El problema es que esa conducta puede terminar convirtiéndose en un hábito.
Porque ¿cómo crees que terminarás sintiéndote a medio plazo? Evitar lo que temes y actuar como un cobarde no es algo de lo que puedas enorgullecerte, y eso vuelve a cerrarte en un círculo de la baja autoestima. Por eso cuanto más evites lo que preocupa, peor te sentirás contigo mismo.
De todo el artículo esto es lo que nunca debes olvidar. La autoestima no depende de lo que consigues, sino de lo que intentas. Solo enfrentándote a tus miedos lograrás romper este círculo vicioso.
- Identifica tus verdaderas fortalezas
- Para encontrar tus fortalezas piensa en cinco logros que hayas conseguido en tu vida, como terminar tu carrera mientras trabajabas, aprender a cocinar solo o cosas relacionadas. Si te cuesta encontrarlos es porque no estás siendo generoso contigo mismo, así que imagínate que ese éxito lo hubiera conseguido un amigo, ¿qué le dirías? ¿cómo se lo reconocerías?
- Cada vez que te sientas juzgado o cuestionado, repasa mentalmente tu lista de fortalezas y recuerda de dónde provienen. Está demostrado científicamente que así te sentirás más seguro de ti mismo.
- Convierte tus pensamientos negativos en respuestas racionales
Ahora ya tienes tu conjunto de valores y fortalezas para empezar a creer en ti. Pero nuestras experiencias del pasado, incluso aquellas que ya no recordamos, continúan afectando nuestra vida en forma de “voz interior”.
Crea el hábito de identificar y cuestionar tus pensamientos negativos y empezarás a disminuir su efecto sobre ti.
A nuestra mente le encanta bombardearnos con pensamientos negativos y tu tarea es dejar de identificarte con ellos. Entonces perderán todo su poder.
- Perdónate a ti mismo con la autocompasión
Tú eres tu peor crítico. Si después de prepararte dos años para aprobar unas oposiciones no lo consiguieras probablemente te sentirías muy decepcionado. Pero si le ocurriera a un amigo tuyo, ¿no le consolarías diciéndole que lo importante era intentarlo? ¿Que ya tendrá más oportunidades?
Pues la autocompasión consiste en tratarte con la misma empatía con la que tratarías a ese amigo tuyo. Significa darte apoyo y ser comprensivo contigo, en lugar de criticarte y juzgarte.
Cada vez que te descubras a ti mismo castigándote, sustituye tu voz crítica por esta voz compasiva. Tu autoestima lo agradecerá.