Para empezar es importante saber que no solo importan las palabras, también influye el lenguaje no verbal, la actitud, etc. Evitar o disminuir los nervios es posible si se establecen una serie de rutinas previas que nos ayuden a controlar el tema.
Veamos cuales son esas cualidades:
Preparación: un buen comunicador sabe de la importancia de prepararse de forma previa. Ensayar la presentación, controlar el tiempo o estudiar el temario nos ayudará a sentir que controlamos la situación lo que evitará posibles nervios.
Simplificar: resumir un mensaje nos ayuda a explicarlo de una forma más fácil. Así podemos llegar a un público más amplio. Además evitamos perdernos con tecnicismos que pueden generar un sentimiento de confusión entre los asistentes.
Empatizar: piensa en que tipo de público vas a tener. Cuales son sus intereses y que aspectos de tu discurso pueden resultarles más atractivos. Esto nos ayudará a crear un discurso más cercano capaz de captar la atención.
Apoyos: ya sean videos, presentaciones en power pointo webs de ejemplo. Contar con elementos que nos sirvan para complementar nuestro discurso nos ayudará a crear una presentación mas atractiva.
Adaptación: adaptarse al entorno es otra cualidad de un buen comunicador. Ser capaz de adaptar el discurso y la temática al público asistente. También es importante tener un conocimiento amplio sobre el tema a tratar que nos permita responder a posibles preguntas.
Fuente: http://filmijob.com/blog/cualidades-de-un-buen-comunicador/