Tengo que hacer una confesión: a veces dejo de hacer cosas o las retraso tanto como pueda porque me da miedo. Tal vez para muchos esto sea obvio pero para mí no lo era hasta que Federico Casas me lo dijo. Últimamente me ha dado por preguntar a mis amigos emprendedores con más experiencia que yo (“emprendedores seriales” hay que decirles) cuáles son algunos de los miedos específicos que identifican en el proceso de emprender y cómo o cuándo fue que lograron superar estos miedos.
Ese miedo es el que nos hace levantarnos todos los días a trabajar aunque sepamos que las utilidades van a llegar mucho después, aunque existan partes del proceso de emprender que odiemos pero que sabemos que son necesarias. Ese miedo es el que nos obliga a buscar ayuda, alternativas de financiamiento, alianzas. Y nos tragamos el orgullo y nos quedamos sin dormir aprendiendo cosas nuevas, peloteando ideas.
Lo entendemos, les preocupa, pero a veces esa preocupación solo nos añade estrés al que ya tenemos por default como emprendedores. Y nuestro miedo al fracaso se hace cada vez más grande, y perdemos la perspectiva de nuestros pequeños logros simplemente porque todavía no entramos en la lista de “los más influyentes”.
Los miedos siempre van a estar ahí, lo intentes o no lo intentes así que lo que cuenta aquí es hacerlo a pesar del miedo y repetirse a uno mismo “al menos lo intenté” antes de reprocharnos #PeroQueríasSerEmprendedor.
Como lo explicó Federico: “moverme hacia adelante a pesar del miedo, a no paralizarse e identificar cuando estoy tomando acciones basadas en una preocupación. Cuando emprendo un nuevo proyecto trato de identificar cuál es ese correo que llevo días sin responder, ese pendiente que no logro empezar y siempre atrás de ellos está un miedo, por lo tanto esas suelen ser las tareas críticas que si las hago daré los pasos más grandes hacia adelante” y sí.
Aquí es cuando admito que yo no me había dado cuenta de que había “pendientes” que sólo son míos y que he dejado para luego porque me da miedo fracasar después de tanto esfuerzo. Me sentí culpable por un par de días y a decir verdad, todavía estoy tratando de definir cuál de todos ellos voy a realizar primero.
Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/294479