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Redactando mi modelo de negocio

El Modelo de Negocio es la herramienta fundamental de cualquier emprendedor, son los cimientos de su obra. Requiere trabajo, paciencia y una buena dosis de optimismo, pero nadie dijo que emprender fuera fácil, afortunadamente.

Sus principales propósitos son establecer los objetivos para los primeros años de la empresa que nos disponemos a crear y, en segundo lugar pero no menos importante, servir de carta de presentación ante los posibles inversores..

Como descripción de nuestros objetivos, el plan de negocio establece cuál es el mercado en el que vamos a entrar a competir, qué define y qué diferencia al producto que vamos a lanzar y qué calendario debemos seguir. De este modo, detectáremos los problemas que van a surgir y nos anticipáremos a ellos.

Por muy enamorados que estemos del producto que vamos a introducir en el mercado, el Plan de Negocio debe ser objetivo y realista, ponernos los pies en la tierra y demostrarnos si nuestra idea es de verdad tan buena como pensábamos antes de empezar a redactarlo. Y el mejor examen será el que hagan los posibles inversores para decidir si arriesgan su dinero con nosotros o no.

Aunque sea evidente, conviene advertir que el Plan de Negocio no se mide por el número de páginas. Por el contrario, conviene ser conciso, claro, evitar la información superflua e ir al grano; 30 páginas son más que suficientes, y una versión reducida puede servir como primera presentación. Tampoco es conveniente ocultar nuestras debilidades; por el contrario, es importante que sepamos detectarlas a tiempo y darles solución.

Entre todos los puntos que debe incluir, que detallamos a lo largo de esta guía, avanzamos aquí algunas recomendaciones que debes tener en cuenta antes de empezar:

Resumen ejecutivo

Tu Plan de Negocio debe comenzar con un par de páginas que destaquen lo más relevante de cuanto se va a desarrollar a lo largo de sus páginas. Es el gancho para que el inversor (o el banco al que vayas a pedir un préstamo) se interese por tu proyecto y quiera seguir leyendo.

Debe describir la actividad que propones, la necesidad a la que das respuesta y cómo la vas a poner en el mercado. Es conveniente reconocer tus debilidades y mostrar las estrategias con las que vas a superarlas.

Como resumen del documento, y aunque esté situado al inicio, lo más conveniente es dejarlo para el final, cuando hayas terminado de redactar el resto del plan y tengas claro qué es lo más importante y, sobre todo, cómo contarlo.

Equipo emprendedor

En este capítulo debes identificar al equipo que va a poner en marcha el proyecto, quién lo lidera y quién lo respalda. Si aún no se ha terminado de definir, es conveniente indicar los perfiles de las personas que estás buscando y cómo vas a involucrarlas. Desde la experiencia hasta el compromiso y la motivación de cada uno de sus miembros son detalles que no debes pasar por alto. Y por supuesto, lo más importante, qué aporta cada uno. Para ello hay que tener en cuenta que los perfiles deben ser complementarios para que no queden áreas sin cubrir.

Tu producto o servicio

El objetivo en este capítulo no es hacer una descripción exhaustiva de lo que vas a poner en el mercado. Más bien, hay que ponerse en la mente del potencial cliente y explicar a qué necesidades vas a dar respuesta, utilizando ejemplos sencillos. Ten en cuenta que el inversor no debe tener los conocimientos específicos de tu sector.

Lo más relevante en esta descripción son las ventajas frente a tus competidores y las debilidades. No caigas nunca en el error de pensar (y menos aún, escribirlo en tu plan de negocio) que tu producto es tan novedoso, que no vas a tener competencia.

Estudio de mercado y de competencia

Sirve para conocer si tu producto o servicio interesa a tus potenciales clientes y para conocer el tamaño del mercado al que vas a dedicar tus esfuerzos. Debes estudiar quién y cómo está dando respuesta en la actualidad a tu público. Estudia también cómo está evolucionando el mercado, cuáles son tus barreras a la entrada, cómo funcionan los canales de distribución y cómo podrás hacer frente a los riesgos.

Análisis DAFO

Este sistema sirve para definir cuáles son tus Fortalezas y Debilidades y cuáles las Amenazas y Oportunidades (DAFO), cruzadas en una matriz que te ayudará a analizarlas y darles respuesta. Debes hacerlo con tu proyecto y también con cada uno de tus competidores.

Posicionamiento

¿Cómo vas a hacerte conocer en el mercado? ¿Cuál va a ser tu porción de la tarta? Para dar respuesta a estas preguntas, antes debes explicar cómo y dónde vas a distribuir y justificarlo. Y, cuánto tiempo tardarás en posicionarte.

Forman parte de este capítulo tanto los precios que vas a poner a tu producto como el plan de comunicación y marketing que te va a apoyar en el lanzamiento. Es fundamental para crear la imagen de marca y dar a conocer el producto o servicio.

Expectativas financieras

Reflejan el potencial de crecimiento del negocio, y deben analizarse con una proyección de entre tres y cinco años. Sirve para planificar las necesidades de liquidez y evitar el riesgo de insolvencia.

Blíndalo ante posibles cambios en el mercado que puedan afectar al precio de tu producto. Es útil hacer esta proyección desde diferentes escenarios: uno probable, de acuerdo a las condiciones actuales; uno optimista, si esas condiciones mejoran significativamente; y otro pesimista, si las condiciones actuales pudieran empeorar significativamente.

El inversor lo analizará para saber si le conviene apostar su dinero en tu proyecto. Como hemos comentado, el inversor probablemente no tiene conocimientos específicos de tu producto, pero sin duda sabrá interpretar si tu análisis económico es realista y está bien hecho.

Inversión necesaria

Determina las prioridades y cómo vas a utilizar el dinero que necesitas para empezar. Estudia las posibles fuentes de financiación, desde ahorros, familiares y amigos hasta préstamos bancarios, y business angels.

Fuente: http://mprende.co/mujeres-mprende/paso-paso-c%C3%B3mo-redactar-mi-modelo-de-negocio