Por otro lado, "la gente que no logra acumular dinero, sin excepción, tienen el hábito de tomar decisiones, en todo caso, muy lentamente, y de cambiar estas decisiones rápidamente y con frecuencia".
La rapidez de decisión no es sólo un rasgo de los ricos, es una de las cualidades más importantes que un líder debe poseer. Al final del día, tomar una mala decisión es mejor que no haber tomado ninguna decisión.