Has oído decir que "un buen comienzo es la mitad del trabajo". La preparación es la marca de todos los profesionales y personas exitosas en cada área. La forma de prepararse de manera efectiva es seguir tu propia lista de control. Aquí hay algunos pasos sugeridos:
1. ¿Hacia dónde vas? Toma el tiempo para ser absolutamente claro sobre tus metas y sueños. ¿En dónde quieres terminar? ¿Cómo se vería tu situación si todo fuese perfecto? Mientras más claridad tengas en lo concerniente a tu resultado final, más fácil será planear para los pasos intermedios.
2. Haz una lista de todo lo que piensas que tendrás que hacer para alcanzar tu meta y llegar a tu destino. No dejes nada por fuera. Continúa añadiendo cosas a tu lista a medida que pienses en nuevas acciones que puedas tomar.
3. Imagina cualquier cosa posible que pudiera salir mal y pudiera causarte retrasos o fallas en tu camino a tu meta. Piensa con antelación para hacer provisión para lo inesperado. Nunca confíes en la suerte o esperes que todo salga exactamente como lo planeaste.
4. Con humildad pide el consejo de las personas que ya han pagado el precio para llegar a dónde tú quieres llegar.
5. Lee todo lo que puedas, escritos por otros, acerca de la ruta y destino que quieres tomar en tu vida. Algunas veces una sola idea de una sola persona puede hacer toda la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Mientras más importante sea tu meta o tu destino para ti, tu familia y tu futuro, más tiempo deberías pasar en preparación antes de hacer un compromiso irreversible.
Cuando comiences a dirigirte hacia tu meta o destino, toma el tiempo para identificar los posibles retrasos, distracciones, y desvíos en tu ruta. Siempre desarrolla un plan B en caso de que tu primer plan no funcione. Nunca asumas que todo va a salir de la forma que esperabas.
En los negocios, debes identificar las personas, clientes, fuentes financieras, mercadeo y métodos de venta esenciales, y otros factores y funcionamiento exitosos de tu negocio. En tu vida personal, también debes pensar en las peores cosas que podrían suceder y que frutaría y desviarían tus planes. Desarrolla un plan B por si acaso.
Nunca olvides las Leyes de Murphy:
1. Si algo puede salir mal, saldrá mal.
2. Lo peor que puede suceder, sucederá en el peor momento.
3. La peor cosa que pueda costar la mayor cantidad de dinero sucederá en el peor momento.
Y luego está la Ley de Cohen: "Murphy era un optimista".
Fuente: Plan de vuelo ¿Por qué caminar cuando puedes volar?