Tengo un tiempo escuchando y viendo "el emprendimiento" desde afuera, como cual vecina que se asoma para ver qué pasa en la casa de al lado.
La primera vez que escuche sobre este "tema" fue en la universidad. No recuerdo cómo se llamaba la cátedra, sin embargo, no he podido olvidar las primeras palabras del profesor al explicarnos a todos los estudiantes lo que era un emprendedor. Él dijo: "Un empresario es quien tiene una empresa grande y un emprendedor es quien apenas está montando un negocio y tiene que pasar mucho tiempo para convertirse en un empresario” Eso la verdad, me dejó más confundida de lo que estaba.
¿Cuánta razón tenía aquel profesor? ¡No lo sé! Lo que sé es que todo emprendedor no solo debe empezar desde pequeño para ser grande, sino, darse cuenta que para lograr ser grande, requiere de muchos factores que no todos desde afuera pueden palparlo.
Además, nadie puede negar, que el emprendimiento desde afuera se ve bonito. Todos tenemos un modelo a seguir o una persona a quien admirar, incluso, queremos ser como ellos, ¡eso está bien! Podemos seguir sus pasos.
Pero hay mucho más que se debe tener en cuenta. Por ejemplo, debemos tener:
Un esfuerzo casi inagotable, ¿qué tanto estamos dispuestos a trabajar y esforzarnos por cumplir nuestras metas y hacer realidades nuestros sueños?
Una constancia que no se canse. Cuando te sientas agotado, ¿qué te levantará e inspirará a seguir adelante?
Una responsabilidad permanente. Comprométete con eso que amas y quieres lograr. Sé persistente. Es tu proyecto y tú debes tenerlo a flote, ¡no hay culpables! Aún del fracaso puedes aprender, conviértelo en tu aliado.
Una fe interminable. Si tú no crees en ti mismo y en tu proyecto, nadie lo hará por ti. Demuestra que lo que tienes que ofrecer es magnífico. Confía en Dios y trabaja de la mano de él, confiando en lo que haces.
Una humildad que sea tu compañera. Busca ayuda en personas que ya han superado los obstáculos que hoy día se te presentan. Un mentor, por ejemplo, se convertirá en tu amigo y lo mejor, te guiará en tu crecimiento.
El emprendimiento desde afuera se ve bonito, pero estando adentro y luchando por lo que realmente queremos lograr, no solo se ve, sino que también se siente extraordinario.
¡Sal de tu comodidad y entra en el mundo donde todo es posible si tienes las ganas, la fuerza y la fe para lograrlo!