John W. Gardner observó: "Si he de nombrar un sólo instrumento multiuso del liderazgo, ese es la comunicación". Si estás familiarizado con alguno de mis libros sobre el liderazgo, entonces conoces mi creencia acerca de que todo surge o se desploma por el liderazgo. Lo que no he mencionado antes es que ese liderazgo surge y se desploma por la comunicación.
Si diriges a un equipo obséquiate tres normas para vivirlas mientras te comunicas con tu gente.
1. Sé coherente. Nada frustra más a los miembros del equipo que los líderes no logren organizar sus mentes. Una de las cosas que ganó el equipo de Gordon Bethune cuando dirigía la empresa Continental fue la coherencia en su comunicación. Sus empleados sabían que podían depender de él y de lo que les hablaba.
2. Sé claro. Tu equipo no puede obrar si no sabe lo que quieres. No intentes deslumbrar a nadie con tu inteligencia; impresiónalos con tu simple franqueza.
3. Sé cortés. Todos merecen que se les muestre respeto, no importa cuál sea su posición o qué clase de historia tengas con ellos. Tú estableces un tono para toda la organización si eres amable con tu equipo.
No olvides que como líder, tu comunicación establece el tono para la interacción entre tu gente. Los equipos siempre reflejan a sus líderes. Pero no olvides que la buena comunicación no es de una sola vía. Los buenos líderes escuchan, invitan y luego animan a participar.