Existen cuatro etapas en la relación líder-seguidor. Tres de ellas se pueden lograr en un corto o mediano plazo. La cuarta es a largo plazo.
Etapa #1: Autoridad
En esta etapa las personas te siguen u obedecen porque tienen que hacerlo. Tu eres su jefe, socio o tienes algún tipo de poder en la relación. Tus seguidores harán lo que tú les digas temor: ser reprendidos, despedidos o afectados negativamente (impacto en salario, falta de ayuda, etc.); o lo harán por su propio beneficio.
Esta etapa no es mala, es necesaria y usualmente permite mantener los resultados del equipo en un corto plazo. El problema con esta etapa es que tus seguidores sólo actúan en beneficio propio, no por la organización. En esta etapa, no se ha desarrollado la amistad.
Etapa #2: Amistad
La relación líder-seguidor llega a esta etapa gracias al líder. Depende completamente de las habilidades interpersonales de éste. Nada más.
En esta etapa el líder comienza a mostrar su interés por el seguidor como persona y no solamente como activo de la organización. Los elementos fundamentales para llegar a esta etapa están claramente mencionados en el libro “Cómo ganar amigos e influir en las personas” por Dale Carnegie (y serán comentados en un futuro artículo) pero básicamente depende en la capacidad del líder por mostrar aprecio sincero por la persona, sus metas, intereses y sueños.
Llegar a esta etapa tiene cierta dificultad porque el líder comienza a mostrar lo que realmente es. Si realmente tienes aprecio por las personas, llegarás rápidamente a esta etapa. Si sólo piensas en ti y tus resultados, ellos se darán cuenta.
Etapa #3: Respeto
En este punto existe algo más que amistad. Las personas sientes respeto por el líder porque ellos saben que él está completamente comprometido con ellos; por encima de cualquier cosa.
El factor clave necesario para llegar a esta etapa es que el líder necesita entregar resultados. Es virtualmente imposible llegar a este nivel si el líder constantemente fracasa o está equivocado. Por ello los líderes estudian, analizan y se preparan. No pueden cometer muchos errores. (Un líder puede cometer errores e incumplir sus metas eventualmente. De hecho, el cómo reaccione al fracaso puede ser una experiencia muy constructiva para su equipo. El problema es cuando el líder se equivoca constantemente).
Si quieres llegar a esta etapa tienes que comprometerte con crecer y aprender del tópico en cuestión. Si lideras una organización religiosa, voluntaria, un departamento de finanzas, mercadeo, etc.; debes trabajar consistentemente en convertirte en un experto en el tema. Toda esa información, unida con el desarrollo de tu capacidad de análisis estratégico te ayudara a tomar decisiones correctas.
En esta etapa el seguidor admira al líder no sólo por lo que él es, sino por lo que representa para la organización y por los resultados que el equipo ha logrado gracias a su liderazgo.
Con el tiempo, el individuo desarrollará Lealtad.
Etapa #4: Lealtad.
Para llegar a esta etapa hay que pasar por el “Momento Crítico”. Los “Momentos Críticos” son esas escazas oportunidades donde el líder puede demostrar que está comprometido con su seguidor. Ejemplos de momentos críticos hay muchos, como cuando un líder toma la responsabilidad de un error de su equipo en frente de su superior o cuando toma la decisión de renunciar a una meta personal por el bien de su equipo.
En esta etapa la relación alcanza un nivel de lealtad. Grandes líderes logran que su equipo se leal a la visión por encima de la lealtad personal. Aunque la última es también es desarrollada en el proceso.
En este punto de la jornada de un líder, él cuenta con la autoridad, amistad, respeto y lealtad del individuo.
Fuente: https://www.liderazgohoy.com/las-4-etapas-de-la-relacion-lider-individuo/