El experto en gerencia Philip B. Crosby cometa, que según una teoría de la conducta humana, la gente retarda su propio crecimiento intelectual de forma subconsciente. Lo hacen al apoyarse demasiado en clichés y hábitos, y tan pronto llegan a cierta edad en la que se sienten cómodos consigo mismos y con el mundo, dejan de aprender y su mente queda en neutro durante el resto de su vida. Es posible que progresen en los eslabones organizacionales, y que no dejen de ser ambiciosos y emprendedores, hasta pueden trabajar día y noche, pero ya no pueden aprender más.
A veces ese es el problema que tienen las personas que recibieron los puestos que soñaron tener o alcanzaron las metas que fijaron para su organización o ganaron los títulos por los que tanto lucharon. En su mente, ya han llegado a su destino final y se ponen cómodos. Si usted no quiere dejar de crecer, no puede sentarse en el sofá de la complacencia mental, usted necesita hacer del aprendizaje continuo su meta. Si lo hace, nunca se le acabará la gasolina mental y su motivación será fuerte. No tiene que preocuparse de encontrar a personas que le enseñen.
Es verdad que todo el mundo tiene algo que enseñarnos, pero eso no significa que alguien pueda enseñarnos todo lo que nos falta aprender. Necesitamos encontrar a la gente que más pueda ayudarnos a crecer, tales como expertos en nuestro campo, pensadores creativos que expandan nuestra mente, gente exitosa y productiva que nos inspire a avanzar al siguiente nivel, etc. Con frecuencia, el aprendizaje es la recompensa de pasar tiempo con gente extraordinaria. Lo que son y lo que saben es en cierto sentido, contagioso.
Fuente: Cómo ganarse a la gente.