Muchos ejecutivos pasan de reunión a reunión o de crisis a crisis sin pensar siquiera en el razonamiento que hay detrás de sus apretadas agendas. Comúnmente, utilizan muy poco tiempo en actividades que realmente ayudan a alcanzar sus principales metas y suelen presentar una falta de coherencia entre prioridades y distribución de horas.
Incluye las tareas rutinarias que tienes diaria o semanalmente así como tus grandes proyectos profesionales. Si pasas todo tu tiempo respondiendo a las crisis o haciendo las tareas de los demás pronto te hundirás y nunca lograrás tus metas.
Divide tu lista en tres categorías de tiempo:
Piensa en qué es lo que quieres hacer, para qué eres bueno y qué necesita el mundo de ti. Estas ideas son completamente diferentes la una de la otra.
Después, pregúntate a ti mismo en qué sobresales y qué objetivos van de acuerdo con tus fortalezas. Nuevamente, debes posicionar este objetivo en donde tengas una ventaja competitiva en los primeros lugares de tu ranking puesto que será más fácil que los consigas debido a tu personalidad o habilidades.
Tus propósitos, o acciones a seguir, por lo general se pueden dividir en dos categorías: propósitos facilitadores, que son los que ayudan a cumplir objetivos, y los propósitos asignados, es decir aquellos que te fueron dados. Primero decide qué objetivos van en qué categorías y después haz un ranking de los más a los menos importantes.
Una vez que has jerarquizado tus objetivos y propósitos, determina qué tan efectivo es tu horario de acuerdo a ellos. Toma tu calendario y responde a estas seis preguntas:
- ¿Cuántas horas pasas en el trabajo a comparación de otras actividades?
- ¿Cuáles son las tres principales actividades en el trabajo en las que usas tiempo?- ¿Cuántas horas a la semana gastas en juntas, haciendo reportes o respondiendo correos?
- ¿Tu horario semanal será similar dentro de un año?
- ¿Cuáles serán las tres principales actividades en las que usarás tu tiempo el próximo año?, ¿Cambiarán a las que tienes actualmente?
- ¿Cómo medirás los éxitos y fracasos el próximo año?
- Compara tu distribución de tiempo con tu ranking de objetivos y propósitos. ¿Qué porcentaje de tu tiempo usas en las actividades que te ayudan a alcanzar tus mayores objetivos? ¿Cuánto tiempo usas en tareas de poca importancia?
Probablemente descubras que usas menos de la mitad de tu tiempo en tus prioridades. Algunos profesionales nunca piensan en sus objetivos y propósitos, por lo que terminan olvidando o rezagando las metas más importantes. Evita que esto te ocurra a ti.
Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/265558