Un líder es aquel que tiene la capacidad de dirigir personas, grupo social u otra colectividad. Y lo que diferencia un líder de un jefe es que el primero aplica ciertas herramientas que de forma innata o adquirida hace que las personas que lo rodean se sientan comprometidas, atraídas, cuidadas y se consideren parte de algo por lo cual estarían dispuestos a luchar.
Dentro de las características que debe poseer un líder están:
Comunicación: Una de las formas en que un líder inspira a su equipo es por medio de la comunicación, la misma no debe ser tipo monologo, sino donde la otra persona se sienta escuchada, valorada, donde pueda expresar sus ideas, comentarios y observaciones.
Influencia: Si necesitas hablar fuerte y estar mandando cada dos minutos para que hagan las cosas, definitivamente no eres un líder.
Un líder influye a través de la inspiración, carisma, valores y cualidades, haciendo que sus seguidores quieran estar cerca de el por voluntad propia y no por obligación o deber.
Inteligencia Emocional: Este punto es clave a la hora de dirigir. Me atrevería a decir que es el Factor 1A, porque es la forma en la que puedes manejar ciertas situaciones, así como poder identificar fortalezas, debilidades y de esta forma potencializar las habilidades de cada integrante del equipo.
Confianza: Es necesario que un líder deba tener confianza en si mismo y en su equipo, ser coherente con las cosas que dice y hace, ser una persona íntegra, respetuosa… Desarrollar la confianza es fundamental para crear un ambiente productivo.
Compromiso y Pasión: Nadie puede dar lo que no tiene, y cuando posees mucha pasión, entusiasmo, dedicación es lo que puedes dar, reflejar y contagiar.
El estar comprometido con lo que haces permite que puedas dar lo mejor de ti, e inyectar a otros con tu entusiasmo, sirviendo de ejemplo para los miembros del equipo y haciendo de esta forma que los subordinados sientan como suyos todos y cada uno de los proyectos en los cuales decidas trabajar.