La confianza es clave para captar clientes y conseguir ventas. Muchas start-ups fallan en este punto porque no tienen otra opción que conseguir ingresos a partir del primer momento que su producto ve la luz del día. La táctica es hacer el mayor ruido posible desde el principio para llamar la atención de sus clientes potenciales.
Las start-ups se olvidan que no se trata tanto de generar impacto sino generar huella.
Hace ya casi 2 meses que publique una entrada sobre el mejor momento para empezar a vender. Se trataba de un post de colaborativo por lo que tanto los comentarios de los lectores como mis propias reflexiones han ayuda a crear este nuevo artículo. La pregunta a la que no existe una respuesta exacta es cómo podemos conseguir la confianza para acercar nuestro público objetivo hacia nuestros productos y servicios.
1. Experiencia y recorrido realizado: la huella que has dejado a través de tu recorrido en el pasado es lo que marca la percepción de terceros en el presente. Conocer quién eres y cómo lo has logrado para haber llegado hasta aquí es importante para lograr la credibilidad de lo que dices que eres y haces sea cierto. Una empresa es más que un nombre y un logo. Son las personas que la constituyen que nos hacen confiar o no en una marca. Queremos conocerlas.
2. Transparencia y honestidad: es un concepto tal vez poco conocido en el mundo de los negocios. Mencionar debilidades y desventajas de tu producto puede hasta cierto punto posicionarte por delante de la competencia que no lo hace. En tu caso las expectativas están creadas de tal manera para evitar una decepción por parte del usuario o cliente que te contrata. Sabemos que todo tiene siempre algún fallo y si alguien no quiere vender la solución “perfecta” empezamos a dudar. Sobre todo cuando empiezas como start-up no la tienes. No intentes convencer a nadie de lo contrario.
3. La visibilidad y cercanía: estar presente es una manera de convertirse de un desconocido a algo que suena. El marketing y la publicidad son una manera de obtener visibilidad pero sin duda no son la única. Se trata de estar ahí donde están tus clientes potenciales y usuarios pero sin ser cansino con el marketing. Para conseguir la confianza total ser visible y cercano es suficiente.
4. Ser simpático y caer bien: tener inteligencia emocional no es un don que se les cae a muchas personas en la cuna. Muy pocos la tienen y menos empresas consiguen aplicar este concepto a su imagen de marca. Conversar (y no comunicar) en redes sociales como Twitter y Facebook puede ser una vía de conseguirlo. La clave está en la persona que obtiene la responsabilidad de “dar la cara” para la empresa. Su rol es fundamental y debe tener mayor importancia que la que se le está dando de momento.
5. Recomendaciones de terceros: la recomendación de terceros vale oro a la hora de obtener la confianza. Lo malo es que cuando empiezas no tienes a nadie que haya probado tu producto para poder recomendarte. Céntrate en crear experiencias positivas de tus primeros clientes y usuarios. Son la publicidad más efectiva que puedes conseguir.
La confianza para vender no te la compras, te la ganas. Será mejor que empieces a trabar en ello lo antes posible.
Fuente: http://www.marketingguerrilla.es/lo-que-te-aporta-la-confianza-a-la-hora-de-vender-y-como-conseguirla/