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Las cuatro fases de crecimiento del liderazgo

Por: John C. Maxwell

Ya sea que usted tenga o no, una gran habilidad natural para el liderazgo, su desarrollo y progreso probablemente ocurrirá de acuerdo con las siguientes cuatro fases:

Fase I. Yo no sé lo que no sé

La mayoría de las personas dejan de reconocer el valor del liderazgo. Creen que el liderazgo es solo para unos pocos: las personas al principio de la escalera corporativa. No tienen idea de las oportunidades que desaprovechan cuando no aprenden a dirigir. Este pinto pude entenderlo cuando el presidente de una universidad me comentó que sólo unos pocos estudiantes se enlistaron para el curso de sobre liderazgo ofrecido por la escuela. Esto pasa porque sólo unos cuantos se consideraban a sí mismos como líderes. Si hubieran sabido que el liderazgo es influencia y que en el curso de cada día la mayoría de los individuos tratan usualmente de influir cuando menos sobre otras cuatro personas, quizá se les habría despertado el deseo de aprender sobre el tema. Es una lástima, porque mientras una persona no sepa qué no sabe, no crece.

Fase II. Yo sé qué no sé

Por lo general en algún momento de nuestra vida, estamos situados en una posición de liderazgo sólo para mirar a nuestro derredor y descubrir que nadie nos sigue. Es entonces que comprendemos que necesitamos aprender cómo dirigir. Y por supuesto, allí es cuando es posible que el proceso tenga su comienzo. El primer ministro inglés Benjamin Disraeli comentaba sabiamente: "Estar consciente de que se ignoraban los datos es un gran paso hacia el conocimiento".

LOS LIDERES EXITOS SIEMPRE ESTÁN APRENDIENDO.

EL PROCESO DE APRENDIZAJE ES PROGRESIVO,

RESULTADO DE LA AUTODISCIPLINA Y PERSEVERANCIA.

Fase III. Yo crezco y sé, y se sabe que sé

Cuando uno reconoce su falta de capacidad  y comienza a practicar cada día la disciplina de crecimiento personal en el liderazgo, comienzan a suceder cosas emocionantes.

Tiempo atrás enseñaba a un grupo de personas de Denver y en el grupo noté la presencia de un perspicaz jovencito de tan solo diecinueve años llamado Brian. Por un par de días observe cómo tomaba notas ávidamente. Hablé con él varias veces durante los intermedios. Cuando pasé a la parte del seminario donde enseñaba la Ley del Proceso, le pedí a Brian que se pusiera de pie de modo que pudiera hablarle mientras todos escuchaban. Le dije "Brian, te he observado y estoy muy impresionado por el intenso deseo que tienes de aprender, investigar y crecer. Quiero decirte que creo que dentro de unos veinte años, vas a ser un gran líder y deseo animarte a que hagas de ti mismo un estudiante de liderazgo de por vida. Lee libros, escucha grabaciones y sigue asistiendo a seminarios. No va a ser fácil, pero en cinco años veras el progreso a medida que tu influencia se hace mayor. Puedes ser un gran líder, pero esto no ocurrirá en un día. Comienza a pagar el precio ahora.

Fase IV. Sigo adelante sencillamente por lo que sé

Uno puede ser bastante efectivo como líder cuando está en la fase 3, pero tiene que pensar cada paso que da.

Sin embargo, cuando llega a la fase 4, su capacidad de ser líder se vuelve casi automática y es entonces cuando la recompensa se vuelve inmensa. Sin embargo, la única manera de llegar allá es obedecer la ley del proceso y pagar el precio.

Los lideres del mañana, aprenden hoy.